¡Hace ya más de 150 años!
Fue creado por un cirujano y dentista italiano llamado Giovanni Platerio. Después de haber estado observando y practicando, decidió abandonar la posición que usaban hasta ese momento, que consistía en apretar entre las rodillas la cabeza del enfermo.
A partir de ahí desarrolló un sillón reclinable, más bajo, que permitía mejor acceso a la cavidad bucal y era más cómodo para sus pacientes.
Algunos consideran que este sillón no fue el primero en instalarse en las consultas de los dentistas de la época. Se cree que en el siglo XVIII los sacamuelas ya habían adaptado la silla de madera de los peluqueros colocando a ambos lados un reposabrazos para que los pacientes pudiesen agarrarse con fuerza en el momento de los tratamientos, ya que eran bastante dolorosos.
Con el tiempo añadieron el reposacabezas y en el año 1790 Josiah Flagg tuvo la deferencia de acolcharlo. En 1832 James Snell patentó el primer sillón reclinable y 16 años después Waldo Hanchett presentó como un invento revolucionario un lujoso y modernizado sillón.
EVOLUCION DEL SILLÓN DEL DENTISTA:
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